martes, 11 de febrero de 2014

¿Adiós renovables, adiós subasta eléctrica?

Me gustaría empezar esta pequeña reflexión apoyando las energías limpias, que a lo largo de estos años han constituido un avance en nuestra sociedad y un impulso por el medio ambiente y  el respeto por la naturaleza, pero creo que en el tema de la energía en España se está mintiendo, ocultando la verdad y politizando desde algunos sectores un asunto que atañe a todo el conjunto de la población.

En los últimos 6 años la luz se ha incrementado un 60%, es un dato demostrable que todo el mundo conoce, porque se pueden comparar las facturas de la luz de unos años a otros, pero  ¿Adonde va a parar el dinero que pagamos por la luz en España?

El 21,38% de nuestra factura de la luz son impuestos como son el IVA o el impuesto de la electricidad,  el 37,48%  es nuestro consumo real de energía, es decir lo que gastamos sin añadir un céntimo de extra, y ahora viene la parte que más me interesa y donde radican las mentiras desde algunos sectores, ya que el 41,14% restante son los denominados peajes, y mucha gente se preguntará: ¿Que son los peajes?

Subvenciones ni más ni menos, compensaciones, transportes de las propias energías renovables, deudas de años anteriores y la conocida moratoria nuclear iniciada por Felipe González en la que se aprobaba la suspensión temporal del desarrollo de políticas de construcción y puesta en marcha de centrales energéticas de fisión atómica.

En  resumen de cada 100€ de nuestra factura de la luz 41€ los regalamos al gobierno que se lo reparte subvencionando a empresas que se dedican a la energía renovable con una sobre capacidad sin precedentes. La energía en España sufre un exceso de oferta y cada día menos demanda.

Si estar en contra de estos abusos por parte del estado que nos han llevado las anteriores políticas de “a la larga todo es rentable” es estar en contra del medio ambiente yo lo estoy, y parece que hoy las tornas quieren cambiar el modelo de subasta hacia un modelo de precio diario de la luz que podría bajar el recibo hasta un 3%.

Bienvenidas sean las políticas de ahorro, de no a la subvención para todo y de sensatez de la que algunos o muchos políticos en este país carecen.

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